Nueva Democracia Moirista
(Copio el texto del blog antes de que lo borren)
Camaradas:
Cuando convocamos la 2ª Conferencia Nacional de nuestro Partido, el Movimiento Nueva Democracia Moirista, tuvimos plena conciencia de la responsabilidad que nos asiste en este tortuoso periodo de la vida nacional. La clase obrera Colombiana es fruto de la más grande ofensiva histórica de que se tenga noticia por parte del Imperialismo y de las demás clases opresoras del mundo. Es casi épica la responsabilidad, porque somos conscientes de nuestras limitaciones y en lugar de una fatua prepotencia, reconocemos el difícil compromiso histórico que hemos emprendido. La ausencia en esta 2ª Conferencia de Francisco Mosquera, nuestro jefe, quien dejo de existir hace ya más de 16 años constituye la perdida del faro luminoso del proletariado colombiano y su guía y jefatura la sentimos en lo recóndito de nuestro espíritu.
La 2ª Conferencia Nacional del Movimiento Nueva Democracia Moirista, además de hacer un análisis de la situación política nacional e internacional y de trazar una táctica correcta de la clase obrera en la actual coyuntura histórica, la hemos citado para rendir un homenaje al Pleno de Cachipay, realizado en Octubre de 1970 y convocado por la Dirección Nacional del Movimiento Obrero Estudiantil y Campesino (MOEC), cuyo jefe era ya Francisco Mosquera. Quienes tuvimos el privilegio de asistir al trascendental pleno coincidíamos con Pacho en la necesidad de construir un partido auténticamente revolucionario, auténticamente obrero, guiado por el Marxismo – Leninismo- pensamiento Mao Tse-Tung y de suyo, es dable afirmar que habíamos previamente discutido y respaldado el documento escrito por Mosquera a nombre de la fracción revolucionaria del MOEC, “HAGAMOS DEL MOEC UN AUTENTICO PARTIDO MARXISTA LENINISTA “. Se requería claridad en el objetivo y valor para tan encumbrada propuesta. La pequeña burguesía Colombiana y Latinoamericana interpretando equivocadamente el fenómeno cubano y en rechazo a los anquilosados y derechistas Partidos Comunistas de América Latina habían escogido la táctica del foquismo armado para enfrentar la dominación imperialista norteamericana y enrutar a nuestros pueblos por el sendero del socialismo.
El MOEC, fundado por Antonio Larrota el 7 de Enero de 1959 y las demás organizaciones guerrilleras de América Latina habían fracasado en su intento extremo izquierdista. En nuestro país perdieron la vida centenares de hombres y mujeres revolucionarios en ese empeño infructuoso. Asediados por la balas enemigas cayeron Antonio Larrota, Idolfo Pineda, Gleidys Pineda, Francisco Garnica, Pedro Vázquez Rendón, Pedro León Arboleda y el Padre Camilo Torres Restrepo, entre otros. A ellos rendimos también un homenaje en esta noche.
El pleno de Cachipay lanzo la consigna de preparar a nivel de masas la construcción del partido de la clase Obrera Colombiana. En dicho certamen se aprobó el Programa General, el Programa Estratégico, los Estatutos del Partido y se designo a Francisco Mosquera como su Secretario General.
El pleno caracterizó nuestra revolución como parte integrante de la liza que el proletariado debía dirigir para establecer el socialismo. Sin embargo, por el análisis científico de las clases y teniendo en cuenta la correlación de fuerzas afirmó que nuestra revolución era de contenido democrático, es decir de Nueva Democracia en marcha al Socialismo. El pleno ubicó como una de las tareas principales del Partido construir un Frente Único de todas las clases revolucionarias existentes en el país, es decir, los campesinos, la pequeña burguesía urbana, los intelectuales, los artistas y la burguesía Nacional, que ve entorpecido su desarrollo por la dominación neocolonial que ejerce Estados Unidos sobre la nación. Solo un frente de estas características, dirigido por la clase obrera , podrá construir una nación independiente, soberana y prospera, en marcha al socialismo.
Un aporte vital realizado por el Pleno de Cachipay al combate revolucionario del pueblo Colombiano, es sin duda alguna el rechazo al foquismo guerrillero. Establecimos que en Colombia solo se había presentado una situación pre revolucionaria posterior al asesinato de Jorge Eliecer Gaitán y que los intentos de diversos grupos por hacer de la lucha armada la forma principal del combate, eran en ese entonces y en el presente un camino equivocado que entorpece la lucha del pueblo por construir una nación democrática. Quienes han persistido por este camino, como lo hacen hoy las FARC y el ELN deberían tener el valor de renunciar al aventurerismo, acompañado hoy del más vil de todos los crímenes: el secuestro; o atenerse a las consecuencias de su proceder bandoleril.
Durante los 40 años de nuestra existencia como fuerza revolucionaria en Colombia hemos enfrentado a grandes y pequeños enemigos. Combatimos el oportunismo de izquierda, fustigamos la táctica mamerta de la “combinación de las distintas formas de lucha” inventada como una astucia de los comunistas criollos, nos opusimos al expansionismo de la Unión Soviética y en la nueva etapa de la recolonización imperialista atraves de su política neoliberal, hemos propugnado por la construcción de un frente único, sobre la base de 4 puntos:
1-La defensa de la Soberanía Nacional
2-La defensa de la producción Nacional
3-El rechazo a los métodos de la coacción, el terrorismo y el asesinato como herramientas de la lucha política
4-Respaldo a las luchas de las masas trabajadoras y del pueblo por mejores condiciones de existencia.
Centenares de cuartillas llenaríamos para esbozar la historia del partido y por tanto nos haríamos interminables. El legado de Pacho hace parte de las grandes enseñanzas de los genios del proletariado.
Hoy Colombia vive días aciagos. Nuestra patria continúa sometida desde hace más de un siglo a la dominación norteamericana. Este es el aspecto principal de la contradicción y por ello el campo revolucionario se ensancha, mientras el campo de la reacción se achica. Desde la desaparición de la Unión Soviética, cuyos fantoches gobernantes traicionaron el marxismo en la época en que Jrushchov se quitara los zapatos en una sesión de las Naciones Unidas; el mundo se vio abocado a una transmutación de la correlación de fuerzas inesperada. De la bipolaridad existente nos vimos abocados a la dominación hegemónica de los Estado Unidos. El imperio entonces envalentonado y prepotente invadió a Afganistán y a Irak y estableció una política económica que consiste básicamente en apropiarse de las empresas de los estados de los países del llamado tercer mundo, arruinar la producción industrial y agrícola, controlar el mercado interno de dichas naciones y esquilmar sus riquezas naturales por intermedio de la política neoliberal implementada por el imperio.
Colombia, uno de los países mas avanzados de la región ha visto como se han privatizado sus empresas de comunicaciones, energía, acueducto y centenares de empresas de aviación calzado, textiles, manufacturas que han sucumbido en manos del capital financiero internacional y como se ha estrangulado la producción agropecuaria. Recolonizar es la tarea, no al estilo viejo de la España conquistadora si no apropiándose de las riquezas construidas por los obreros, el pueblo colombiano y los productores medianos y pequeños de la ciudad y el campo. Estamos en una encerrona y para salirnos de ella requerimos de un análisis científico de las clases, de la construcción de un frente que integre a más del 95% de la población que sea capaz de poner en alto la dignidad de Colombia. Esta tarea se ha visto entorpecida principalmente por la labor saboteadora del anarquismo fariano que debe ser aislado por el pueblo y por las andanzas que en los últimos 8 años puso en práctica el ex presidente Álvaro Uribe Vélez de ejercer la dirección del estado atraves de la utilización de las fuerzas armadas regulares y de un ejercito de narco paramilitares, que en nombre del combate a las FARC, recurrió a innumerables masacres y actos vandálicos, rompiendo de esta manera el orden constitucional y estableciendo un modelo despreciado por todas las naciones civilizadas.
Uribe pretendió atraves de sus paramilitares y de convertir al DAS en un organismo secreto de tipo fascista, perpetuarse en el poder. Sin embargo la Corte Constitucional fallo en contra de la reelección y este hubo de recurrir a Juan Manuel Santos, para que lo sucediera en la dirección del estado Colombiano. El presidente Santos con promesas burocráticas logro el respaldo de Cambio Radical y del Partido Liberal. Exentó de un programa, creo el mal llamado gobierno de “Unidad Nacional” basado en la política de la entrega de nuestros recursos a sus amos yanquis y puso a tambalear al candidato de la oposición, no tanto al verde como al polista, para que saliéramos en manada a participar en unas mesas conjuntamente con el gobierno. Esta es una entrega que no avalaremos jamás. El presidente de la rancia oligarquía liberal, el ministro de la defensa de los falsos positivos, el ayudante de Uribe solo podrá endulzar el oído de quienes o son muy ingenuos o muy coquetos.
De nuestra parte, los Moiristas cobijados bajo las banderas de Nueva Democracia Moirista, quienes a partir de mañana iniciamos en firme nuestras sesiones de la 2ª Conferencia Nacional, estamos dispuestos como siempre lo hemos hecho a contribuir para la construcción del frente que requiere Colombia. El Polo Democrático Alternativo (PDA) es una contribución histórica de vital importancia para el cometido de salvar a la patria. Sin embargo, los revolucionarios debemos actuar con franqueza y sin esconder nuestros propósitos. En el PDA se vive una crisis profunda que debe resolverse actuando con diamantina postura. La base sobre la que se construyó el Polo es falsa. No se puede afirmar como lo han hecho que somos un partido, cuando ninguno de los partidos que integran el PDA se van o nos vamos a disolver, para lograr esto se requeriría de mucha confianza, de absoluta claridad en los objetivos lo que por supuesto no cumple el PDA.
En esta noche queremos plantear nuestra decidida voluntad de contribuir a la existencia y fortalecimiento del PDA. Es por ello preciso que las reglas del juego sean claras y sin celadas para ninguna fuerza por pequeña que esta sea. El Polo debe ser un frente de partidos, movimientos y personalidades democráticas, guiados por un objetivo común: establecer un gobierno patriótico que detenga el progresivo avance de la recolonización imperialista, se oponga a las privatizaciones y promueva desde la dirección del estado el desarrollo de la producción en las ciudades y en el campo y establezca unas reglas claras de funcionamiento. Por este camino se salvará y consolidará el Polo, por el de la antidemocracia, las falacias y las astucias el Polo dejará de cumplir su papel de fuerza democrática al servicio de los intereses de la nación y del pueblo colombiano. Una fuerza pequeña como la nuestra, pero guiada por unos principios revolucionarios, no sacrificará su dignidad para obtener éxitos pasajeros, por robustos que estos parezcan.
Camaradas delegados a la 2ª Conferencia Nacional del Movimiento Nueva Democracia Moirista, el recorrido es largo y difícil, continuemos abonando el camino señalado por el pleno de Cachipay, defendamos los principios que nos legara Francisco Mosquera y con el honor y el humor que nos es característico gritemos al unisonó: ¡viva el moirismo revolucionario!
Intervención del camarada Carlos Valverde en el acto de instalación de la 2ª Conferencia Nacional del “Movimiento Nueva Democracia Moirista”
Camaradas:
Cuando convocamos la 2ª Conferencia Nacional de nuestro Partido, el Movimiento Nueva Democracia Moirista, tuvimos plena conciencia de la responsabilidad que nos asiste en este tortuoso periodo de la vida nacional. La clase obrera Colombiana es fruto de la más grande ofensiva histórica de que se tenga noticia por parte del Imperialismo y de las demás clases opresoras del mundo. Es casi épica la responsabilidad, porque somos conscientes de nuestras limitaciones y en lugar de una fatua prepotencia, reconocemos el difícil compromiso histórico que hemos emprendido. La ausencia en esta 2ª Conferencia de Francisco Mosquera, nuestro jefe, quien dejo de existir hace ya más de 16 años constituye la perdida del faro luminoso del proletariado colombiano y su guía y jefatura la sentimos en lo recóndito de nuestro espíritu.
La 2ª Conferencia Nacional del Movimiento Nueva Democracia Moirista, además de hacer un análisis de la situación política nacional e internacional y de trazar una táctica correcta de la clase obrera en la actual coyuntura histórica, la hemos citado para rendir un homenaje al Pleno de Cachipay, realizado en Octubre de 1970 y convocado por la Dirección Nacional del Movimiento Obrero Estudiantil y Campesino (MOEC), cuyo jefe era ya Francisco Mosquera. Quienes tuvimos el privilegio de asistir al trascendental pleno coincidíamos con Pacho en la necesidad de construir un partido auténticamente revolucionario, auténticamente obrero, guiado por el Marxismo – Leninismo- pensamiento Mao Tse-Tung y de suyo, es dable afirmar que habíamos previamente discutido y respaldado el documento escrito por Mosquera a nombre de la fracción revolucionaria del MOEC, “HAGAMOS DEL MOEC UN AUTENTICO PARTIDO MARXISTA LENINISTA “. Se requería claridad en el objetivo y valor para tan encumbrada propuesta. La pequeña burguesía Colombiana y Latinoamericana interpretando equivocadamente el fenómeno cubano y en rechazo a los anquilosados y derechistas Partidos Comunistas de América Latina habían escogido la táctica del foquismo armado para enfrentar la dominación imperialista norteamericana y enrutar a nuestros pueblos por el sendero del socialismo.
El MOEC, fundado por Antonio Larrota el 7 de Enero de 1959 y las demás organizaciones guerrilleras de América Latina habían fracasado en su intento extremo izquierdista. En nuestro país perdieron la vida centenares de hombres y mujeres revolucionarios en ese empeño infructuoso. Asediados por la balas enemigas cayeron Antonio Larrota, Idolfo Pineda, Gleidys Pineda, Francisco Garnica, Pedro Vázquez Rendón, Pedro León Arboleda y el Padre Camilo Torres Restrepo, entre otros. A ellos rendimos también un homenaje en esta noche.
El pleno de Cachipay lanzo la consigna de preparar a nivel de masas la construcción del partido de la clase Obrera Colombiana. En dicho certamen se aprobó el Programa General, el Programa Estratégico, los Estatutos del Partido y se designo a Francisco Mosquera como su Secretario General.
El pleno caracterizó nuestra revolución como parte integrante de la liza que el proletariado debía dirigir para establecer el socialismo. Sin embargo, por el análisis científico de las clases y teniendo en cuenta la correlación de fuerzas afirmó que nuestra revolución era de contenido democrático, es decir de Nueva Democracia en marcha al Socialismo. El pleno ubicó como una de las tareas principales del Partido construir un Frente Único de todas las clases revolucionarias existentes en el país, es decir, los campesinos, la pequeña burguesía urbana, los intelectuales, los artistas y la burguesía Nacional, que ve entorpecido su desarrollo por la dominación neocolonial que ejerce Estados Unidos sobre la nación. Solo un frente de estas características, dirigido por la clase obrera , podrá construir una nación independiente, soberana y prospera, en marcha al socialismo.
Un aporte vital realizado por el Pleno de Cachipay al combate revolucionario del pueblo Colombiano, es sin duda alguna el rechazo al foquismo guerrillero. Establecimos que en Colombia solo se había presentado una situación pre revolucionaria posterior al asesinato de Jorge Eliecer Gaitán y que los intentos de diversos grupos por hacer de la lucha armada la forma principal del combate, eran en ese entonces y en el presente un camino equivocado que entorpece la lucha del pueblo por construir una nación democrática. Quienes han persistido por este camino, como lo hacen hoy las FARC y el ELN deberían tener el valor de renunciar al aventurerismo, acompañado hoy del más vil de todos los crímenes: el secuestro; o atenerse a las consecuencias de su proceder bandoleril.
Durante los 40 años de nuestra existencia como fuerza revolucionaria en Colombia hemos enfrentado a grandes y pequeños enemigos. Combatimos el oportunismo de izquierda, fustigamos la táctica mamerta de la “combinación de las distintas formas de lucha” inventada como una astucia de los comunistas criollos, nos opusimos al expansionismo de la Unión Soviética y en la nueva etapa de la recolonización imperialista atraves de su política neoliberal, hemos propugnado por la construcción de un frente único, sobre la base de 4 puntos:
1-La defensa de la Soberanía Nacional
2-La defensa de la producción Nacional
3-El rechazo a los métodos de la coacción, el terrorismo y el asesinato como herramientas de la lucha política
4-Respaldo a las luchas de las masas trabajadoras y del pueblo por mejores condiciones de existencia.
Centenares de cuartillas llenaríamos para esbozar la historia del partido y por tanto nos haríamos interminables. El legado de Pacho hace parte de las grandes enseñanzas de los genios del proletariado.
Hoy Colombia vive días aciagos. Nuestra patria continúa sometida desde hace más de un siglo a la dominación norteamericana. Este es el aspecto principal de la contradicción y por ello el campo revolucionario se ensancha, mientras el campo de la reacción se achica. Desde la desaparición de la Unión Soviética, cuyos fantoches gobernantes traicionaron el marxismo en la época en que Jrushchov se quitara los zapatos en una sesión de las Naciones Unidas; el mundo se vio abocado a una transmutación de la correlación de fuerzas inesperada. De la bipolaridad existente nos vimos abocados a la dominación hegemónica de los Estado Unidos. El imperio entonces envalentonado y prepotente invadió a Afganistán y a Irak y estableció una política económica que consiste básicamente en apropiarse de las empresas de los estados de los países del llamado tercer mundo, arruinar la producción industrial y agrícola, controlar el mercado interno de dichas naciones y esquilmar sus riquezas naturales por intermedio de la política neoliberal implementada por el imperio.
Colombia, uno de los países mas avanzados de la región ha visto como se han privatizado sus empresas de comunicaciones, energía, acueducto y centenares de empresas de aviación calzado, textiles, manufacturas que han sucumbido en manos del capital financiero internacional y como se ha estrangulado la producción agropecuaria. Recolonizar es la tarea, no al estilo viejo de la España conquistadora si no apropiándose de las riquezas construidas por los obreros, el pueblo colombiano y los productores medianos y pequeños de la ciudad y el campo. Estamos en una encerrona y para salirnos de ella requerimos de un análisis científico de las clases, de la construcción de un frente que integre a más del 95% de la población que sea capaz de poner en alto la dignidad de Colombia. Esta tarea se ha visto entorpecida principalmente por la labor saboteadora del anarquismo fariano que debe ser aislado por el pueblo y por las andanzas que en los últimos 8 años puso en práctica el ex presidente Álvaro Uribe Vélez de ejercer la dirección del estado atraves de la utilización de las fuerzas armadas regulares y de un ejercito de narco paramilitares, que en nombre del combate a las FARC, recurrió a innumerables masacres y actos vandálicos, rompiendo de esta manera el orden constitucional y estableciendo un modelo despreciado por todas las naciones civilizadas.
Uribe pretendió atraves de sus paramilitares y de convertir al DAS en un organismo secreto de tipo fascista, perpetuarse en el poder. Sin embargo la Corte Constitucional fallo en contra de la reelección y este hubo de recurrir a Juan Manuel Santos, para que lo sucediera en la dirección del estado Colombiano. El presidente Santos con promesas burocráticas logro el respaldo de Cambio Radical y del Partido Liberal. Exentó de un programa, creo el mal llamado gobierno de “Unidad Nacional” basado en la política de la entrega de nuestros recursos a sus amos yanquis y puso a tambalear al candidato de la oposición, no tanto al verde como al polista, para que saliéramos en manada a participar en unas mesas conjuntamente con el gobierno. Esta es una entrega que no avalaremos jamás. El presidente de la rancia oligarquía liberal, el ministro de la defensa de los falsos positivos, el ayudante de Uribe solo podrá endulzar el oído de quienes o son muy ingenuos o muy coquetos.
De nuestra parte, los Moiristas cobijados bajo las banderas de Nueva Democracia Moirista, quienes a partir de mañana iniciamos en firme nuestras sesiones de la 2ª Conferencia Nacional, estamos dispuestos como siempre lo hemos hecho a contribuir para la construcción del frente que requiere Colombia. El Polo Democrático Alternativo (PDA) es una contribución histórica de vital importancia para el cometido de salvar a la patria. Sin embargo, los revolucionarios debemos actuar con franqueza y sin esconder nuestros propósitos. En el PDA se vive una crisis profunda que debe resolverse actuando con diamantina postura. La base sobre la que se construyó el Polo es falsa. No se puede afirmar como lo han hecho que somos un partido, cuando ninguno de los partidos que integran el PDA se van o nos vamos a disolver, para lograr esto se requeriría de mucha confianza, de absoluta claridad en los objetivos lo que por supuesto no cumple el PDA.
En esta noche queremos plantear nuestra decidida voluntad de contribuir a la existencia y fortalecimiento del PDA. Es por ello preciso que las reglas del juego sean claras y sin celadas para ninguna fuerza por pequeña que esta sea. El Polo debe ser un frente de partidos, movimientos y personalidades democráticas, guiados por un objetivo común: establecer un gobierno patriótico que detenga el progresivo avance de la recolonización imperialista, se oponga a las privatizaciones y promueva desde la dirección del estado el desarrollo de la producción en las ciudades y en el campo y establezca unas reglas claras de funcionamiento. Por este camino se salvará y consolidará el Polo, por el de la antidemocracia, las falacias y las astucias el Polo dejará de cumplir su papel de fuerza democrática al servicio de los intereses de la nación y del pueblo colombiano. Una fuerza pequeña como la nuestra, pero guiada por unos principios revolucionarios, no sacrificará su dignidad para obtener éxitos pasajeros, por robustos que estos parezcan.
Camaradas delegados a la 2ª Conferencia Nacional del Movimiento Nueva Democracia Moirista, el recorrido es largo y difícil, continuemos abonando el camino señalado por el pleno de Cachipay, defendamos los principios que nos legara Francisco Mosquera y con el honor y el humor que nos es característico gritemos al unisonó: ¡viva el moirismo revolucionario!
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