Documento de El Tiempo sobre la monita retrechera
eltiempo.com / archivo
EL CORONEL OSORIO: UN OFICIAL DE ENLACE
Cuando el coronel Germán Osorio Sepúlveda, ex edecán del Presidente, llegó a la embajada de Colombia en Italia no tenía nada qué hacer. Sin oficina y sin funciones, se la pasaba deambulando por los pasillos de la misión diplomática con un gesto de preocupación.
Algunos de los 15 colombianos que trabajan en la sede de la Embajada ubicada al norte de Roma no sabían que el coronel había sido nombrado por el gobierno, en momentos en que su nombre estaba en mira del proceso de narcocorrupción más importante de la historia reciente del país.
Una vez se le asignó una diminuta oficina, Osorio se dedicó a acomodar sobre el escritorio su colección de policías en miniatura y a leer y releer las noticias que llegaban de Colombia respecto de su relación con Elizabeth Montoya de Sarria, la monita retrechera , quién había sido asesinada 72 horas antes de su partida hacia Italia.
No había transcurrido una semana desde su sorpresiva llegada a Roma cuando la cancillería italiana solicitó una explicación sobre el nombramiento del coronel por considerarlo anómalo.
El entonces embajador Plinio Apuleyo Mendoza, quien compartía la misma inquietud del gobierno italiano, envió una comunicación a la cancillería colombiana solicitando explicaciones al respecto.
Aunque el gobierno colombiano justificó el nombramiento diciendo que el cargo en el que fue nombrado el coronel ya existía, el gobierno italiano no le concedió la visa diplomática.
Mientras este cruce de notas diplomáticas sucedía, el ex edecán del Presidente continuó engrosando los expedientes del proceso 8.000. En los sumarios judiciales de los ministros Pardo, Serpa y Turbay, el nombramiento diplomático del coronel podría tipificar el delito de encubrimiento.
Y en los procesos adelantados en contra de Jesús Amado Sarria y Guillermo Villa Alzate, Osorio se mencionaba como un enlace clave entre la familia Sarria, presuntos narcotraficantes del norte del Valle y la campaña liberal.
El razonero Osorio estableció simultáneamente una estrecha relación con la familia Sarria y el presidente Samper quien le otorgó una importante posición de confianza, que no sólo lo llevó a ser edecán del Jefe de Estado sino a cumplir un destacado papel durante la campaña samperista.
Los vínculos de Osorio con Samper se iniciaron desde principios de la década de los 90 cuando el entonces mayor de la Policía se convirtió en el jefe de seguridad de su primera campaña presidencial.
Posteriormente estuvo con Samper como edecán a su paso por el ministerio de Desarrollo y antes de iniciarse la campaña de 1994 lo acompañó a toda clase de correrías políticas.
Además de estar encargado oficialmente de la seguridad del entonces candidato liberal, según la declaración de un testigo, el coronel se convirtió en el razonero entre los Sarria, varios presuntos narcotraficantes del norte del Valle y el propio Samper.
En 1993, el testigo conoció y trabajó para la familia Sarria en el transporte de varios envíos de cocaína a Centroamérica y según él, Jesús Amado Sarria le dijo en una ocasión que él no había colocado ni había trabajado financieramente para ninguna campaña porque para Sarria resultaba más cómodo comprar un político elegido que uno por elegir.
No obstante, Sarria accedió a ayudar a la campaña de Samper porque les caía bien el tipo y además había un compromiso para que las cosas estuvieran mejor cuando él estuviera en el poder, mejor en el sentido de la gente del Cartel .
El testigo también relató que Elizabeth Montoya era la persona encargada de convencer a los presuntos narcotraficantes Diego Montoya, alias Rasguño ; Juan Carlos Rodríguez Abadía, alias Chupeta ; Phanor Arizabaleta; Henry Loaiza, alias El Alacrán ; y a Nelson Urrego de que dieran dinero a la campaña de Samper.
La persona con identidad reservada concluyó su relato afirmando que Osorio no sólo era el enlace con el presidente Samper de parte de los señores Sarria, sino que los señores Sarria servían de razoneros de parte de los otros altos jefes del Cartel .
La Unidad Investigativa (UI) de EL TIEMPO ha podido establecer que, aunque el proceso contra el Presidente ya concluyó en la Cámara, las afirmaciones del testigo serán utilizadas en varios expedientes que cursan dentro del llamado proceso 8.000.
Oficial de contactos Hechos y documentos probarían las afirmaciones del testigo secreto en el sentido en que Osorio era intermediario entre varios supuestos narcotraficantes y el Presidente, y en que la monita recogió dineros del cartel del norte del Valle para la campaña samperista.
La primera de las pruebas consiste en una comunicación que le envió el presunto narcotraficante Nelson Urrego a Elizabeth Montoya sobre su contribución a la campaña liberal (ver facsímil).
En ese escrito, Urrego le dice a la monita que le envió 100.000 dólares para la campaña de Samper. Textualmente, la comunicación dice: Señora Eliza (así le llamaban sus allegados) Le ago (sic) entrega de el valor de $100.000 dollar para apoyar la campaña del dr. Samper. Por favor, salúdelo de mi parte. Estoy atento a nuevo apoyo. Atte Nelson Urrego C.C. 14.444.258 (ver facsímil).
Según el informante de la DEA Max Mermelstein (ex piloto del cartel de Medellín) Nelson Urrego pertenecía al cartel de Medellín. En esa organización era reconocido por su particular manera de traficar droga, tirándola al mar.
Mermelstein asegura en su obra El Hombre que hizo llover coca que, Nelson Urrego era el principal contacto de María Monzano, la reina de la droga en Cali , que tenía varios laboratorios en Restrepo (Antioquia), donde producía cocaína y la despachaba luego por una flota mercante colombiana.
Por otro lado, un testigo de la campaña que prefiere mantener en reserva su nombre, relató a la UI que Osorio participó en varios episodios ocurridos en la campaña liberal.
Uno de ellos sucedió en abril de 1994, cuando el entonces mayor Osorio fue el encargado de recoger y llevar al apartamento de Samper a las personas que decían venir de parte de la Phillip Morris y el Interbank. Estas personas habían sido contactadas por la monita Sarria, según las grabaciones que divulgó una revista el año pasado.
Asegura el testigo que él estuvo visitando a Elizabeth Montoya y vio el dinero que los supuestos representantes de la Phillip Morris le iban a donar a la campaña: 500.000 dólares que estaban guardados en un maletín de cuero que el testigo vio en la mañana siguiente en el apartamento del entonces candidato Samper.
De otro lado como jefe de seguridad de Samper, Osorio era el responsable de administrar el equipo de seguridad de la campaña, compuesto por chalecos antibalas, intercomunicadores marca Motorola y un detector de metales adquiridos en un almacén de Miami por 320.000 dólares y que en gran parte fue donado por la monita y entregado a la campaña a través de Osorio.
Dos directivos de la campaña narraron a la UI que la persona encomendada por el Presidente para poner a disposición de Elizabeth Montoya un carro blindado oficial que la transportó de la Plaza de Bolívar a su casa el día de la posesión presidencial fue el entonces mayor Osorio.
Finalmente, algunos apartes de las indagatorias de Santiago Medina hacen referencia a la participación de Osorio en la campaña. El tesorero aseguró que 30.000 dólares donados por la monita Sarria a la campaña fueron utilizados para costear el viaje de Samper y su esposa a Europa.
Según Medina, el dinero fue llevado por varios escoltas en sus bolsillos liderados por Osorio, quien continuaba como jefe de seguridad del ya elegido presidente Samper.
Informante uniformado? Después de las elecciones, Osorio pasó a ser el edecán presidencial, cargo que ocupó hasta enero del año pasado cuando fue llamado a curso para su ascenso a teniente coronel, el cual se efectuó en diciembre de 1996.
Además de ser uno de los hombres de confianza de Ernesto Samper, Osorio mantuvo una estrecha relación con Elizabeth Montoya y su esposo, el presunto narcotraficante Jesús Amado Sarria, hoy detenido en la cárcel nacional la Modelo.
El propio Osorio narró a la cadena Caracol en abril de este año que él conoció a la monita en mayo de 1990 en medio del fragor de la primera campaña presidencial de Samper.
Según Osorio, en una de las correrías políticas de Samper en el Valle, éste se trasladó a una cárcel de Cali, por invitación de un político de ese departamento. El principal propósito de la visita era conocer algunas obras adelantadas con el patrocinio de Elizabeth Montoya.
Aunque aquel día Osorio mantuvo una corta conversación con la monita , con el paso del tiempo se estableció entre los dos un vínculo personal y de trabajo que perduró hasta que fue asesinada el 31 de enero pasado en una casa ubicada al noroccidente de Bogotá.
Según el relato del testigo con reserva de identidad que está siendo protegido por la Fiscalía en varias ocasiones estuvo presente en reuniones de trabajo en las que participó Osorio con los Sarria durante 1993.
En una de ellas, el testigo contó que Osorio acababa de llegar de Bogotá y estaba con el uniforme de tierra fría y me di cuenta que había llegado con un folder en un maletón ejecutivo el cual entregó al señor SARRIA (Jesús Amado) .
En el folder según el testigo se encontraba información confidencial y muy importante para Jesús Sarria. Cuando Sarria abrió el folder dijo, ahora si se jodió ese hijueputa. Juan Carlos ahora sí tenemos al PABLO en nuestras manos, encárguese en Medellín de eso y cóbrese lo suyo a la vez .
En el mismo año, el testigo asistió a una fiesta campestre en la hacienda Lady Di de propiedad de la monita a la que también asistieron Osorio, el presunto narcotraficante Nelson Urrego y dos reconocidos ex senadores.
De otro lado, la revista Semana dio a conocer el pasado 9 de abril, 22 comunicaciones realizadas desde el teléfono celular de Osorio a los números de la monita , Jesús Sarria y sus guardaespaldas de apellidos Quiroz y Jaimes. Los contactos se realizaron entre el 17 de noviembre de 1995 y el 26 de enero pasado.
La revista señaló que una fuente que adelanta la investigación de los asesinatos de Elizabeth de Sarria y sus guardaespaldas aseguró que hay muchos informes en el sentido de que los Sarria estaban amenazando a Osorio, y por intermedio suyo al Gobierno, y eso es lo que vamos a ver .
Otra evidencia de la amistad entre Osorio y la monita eran los negocios que hacían. Según un amigo de la monita Sarria quien pidió mantener su nombre en reserva el entonces mayor Osorio la visitaba con alguna frecuencia. Incluso narró a la UI que en una ocasión Osorio llegó a la casa de Elizabeth Montoya con un cuadro de el señor caído, de autor anónimo, pero muy antiguo.
El entonces mayor de la Policía ofreció venderlo a la monita por 15 millones de pesos, ella lo mandó a avaluar a un anticuario en donde le dijeron que el precio real era de tan sólo cinco millones de pesos. El cuadro de Osorio aun reposa en ese anticuario.
Finalmente, el hoy coronel Osorio fue requerido por la Fiscalía Seccional del Valle en calidad de testigo para responder un cuestionario de 40 preguntas relacionadas con sus vínculos con la monita Sarria y con la campaña presidencial.
Carrera contra la baja El teniente coronel Germán Osorio Sepúlveda nació en Manizales hace 39 años. Su desempeño en la Policía lo ha combinado con el atletismo, participando en varias competencias a nivel nacional.
La carrera de Osorio comenzó a cuestionarse luego de que aparecieran las versiones sobre su relación con Elizabeth Montoya de Sarria y el supuesto narcotraficante Jesús Amado Sarria.
Estos señalamientos pusieron al oficial en una posición tan incómoda que la propia Junta de Generales planteó en dos oportunidades, sin éxito, su retiro.
Miembros de la cúpula de la Policía comunicaron al gobierno la intención de darle la baja a Osorio, no obstante, sorpresivamente éste fue llamado a curso de ascenso y, más tarde, nombrado en un cargo diplomático.
Su nombramiento como agregado adjunto de la Policía en la embajada de Colombia, se produjo poco tiempo después de que Osorio se presentara a la Fiscalía para declarar acerca de su desempeño como edecán del entonces candidato Ernesto Samper y como jefe de seguridad de la campaña.
Varios oficiales de esta institución le dijeron a EL TIEMPO que Osorio fue uno de los principales opositores del nombramiento del General Rosso José Serrano en la dirección de general. Incluso aseguran que era una rueda suelta dentro de la institución.
Publicación
eltiempo.com
Sección
Información general
Fecha de publicación
30 de junio de 1996
Autor
UNIDAD INVESTIGATIVA
EL CORONEL OSORIO: UN OFICIAL DE ENLACE
Cuando el coronel Germán Osorio Sepúlveda, ex edecán del Presidente, llegó a la embajada de Colombia en Italia no tenía nada qué hacer. Sin oficina y sin funciones, se la pasaba deambulando por los pasillos de la misión diplomática con un gesto de preocupación.
Algunos de los 15 colombianos que trabajan en la sede de la Embajada ubicada al norte de Roma no sabían que el coronel había sido nombrado por el gobierno, en momentos en que su nombre estaba en mira del proceso de narcocorrupción más importante de la historia reciente del país.
Una vez se le asignó una diminuta oficina, Osorio se dedicó a acomodar sobre el escritorio su colección de policías en miniatura y a leer y releer las noticias que llegaban de Colombia respecto de su relación con Elizabeth Montoya de Sarria, la monita retrechera , quién había sido asesinada 72 horas antes de su partida hacia Italia.
No había transcurrido una semana desde su sorpresiva llegada a Roma cuando la cancillería italiana solicitó una explicación sobre el nombramiento del coronel por considerarlo anómalo.
El entonces embajador Plinio Apuleyo Mendoza, quien compartía la misma inquietud del gobierno italiano, envió una comunicación a la cancillería colombiana solicitando explicaciones al respecto.
Aunque el gobierno colombiano justificó el nombramiento diciendo que el cargo en el que fue nombrado el coronel ya existía, el gobierno italiano no le concedió la visa diplomática.
Mientras este cruce de notas diplomáticas sucedía, el ex edecán del Presidente continuó engrosando los expedientes del proceso 8.000. En los sumarios judiciales de los ministros Pardo, Serpa y Turbay, el nombramiento diplomático del coronel podría tipificar el delito de encubrimiento.
Y en los procesos adelantados en contra de Jesús Amado Sarria y Guillermo Villa Alzate, Osorio se mencionaba como un enlace clave entre la familia Sarria, presuntos narcotraficantes del norte del Valle y la campaña liberal.
El razonero Osorio estableció simultáneamente una estrecha relación con la familia Sarria y el presidente Samper quien le otorgó una importante posición de confianza, que no sólo lo llevó a ser edecán del Jefe de Estado sino a cumplir un destacado papel durante la campaña samperista.
Los vínculos de Osorio con Samper se iniciaron desde principios de la década de los 90 cuando el entonces mayor de la Policía se convirtió en el jefe de seguridad de su primera campaña presidencial.
Posteriormente estuvo con Samper como edecán a su paso por el ministerio de Desarrollo y antes de iniciarse la campaña de 1994 lo acompañó a toda clase de correrías políticas.
Además de estar encargado oficialmente de la seguridad del entonces candidato liberal, según la declaración de un testigo, el coronel se convirtió en el razonero entre los Sarria, varios presuntos narcotraficantes del norte del Valle y el propio Samper.
En 1993, el testigo conoció y trabajó para la familia Sarria en el transporte de varios envíos de cocaína a Centroamérica y según él, Jesús Amado Sarria le dijo en una ocasión que él no había colocado ni había trabajado financieramente para ninguna campaña porque para Sarria resultaba más cómodo comprar un político elegido que uno por elegir.
No obstante, Sarria accedió a ayudar a la campaña de Samper porque les caía bien el tipo y además había un compromiso para que las cosas estuvieran mejor cuando él estuviera en el poder, mejor en el sentido de la gente del Cartel .
El testigo también relató que Elizabeth Montoya era la persona encargada de convencer a los presuntos narcotraficantes Diego Montoya, alias Rasguño ; Juan Carlos Rodríguez Abadía, alias Chupeta ; Phanor Arizabaleta; Henry Loaiza, alias El Alacrán ; y a Nelson Urrego de que dieran dinero a la campaña de Samper.
La persona con identidad reservada concluyó su relato afirmando que Osorio no sólo era el enlace con el presidente Samper de parte de los señores Sarria, sino que los señores Sarria servían de razoneros de parte de los otros altos jefes del Cartel .
La Unidad Investigativa (UI) de EL TIEMPO ha podido establecer que, aunque el proceso contra el Presidente ya concluyó en la Cámara, las afirmaciones del testigo serán utilizadas en varios expedientes que cursan dentro del llamado proceso 8.000.
Oficial de contactos Hechos y documentos probarían las afirmaciones del testigo secreto en el sentido en que Osorio era intermediario entre varios supuestos narcotraficantes y el Presidente, y en que la monita recogió dineros del cartel del norte del Valle para la campaña samperista.
La primera de las pruebas consiste en una comunicación que le envió el presunto narcotraficante Nelson Urrego a Elizabeth Montoya sobre su contribución a la campaña liberal (ver facsímil).
En ese escrito, Urrego le dice a la monita que le envió 100.000 dólares para la campaña de Samper. Textualmente, la comunicación dice: Señora Eliza (así le llamaban sus allegados) Le ago (sic) entrega de el valor de $100.000 dollar para apoyar la campaña del dr. Samper. Por favor, salúdelo de mi parte. Estoy atento a nuevo apoyo. Atte Nelson Urrego C.C. 14.444.258 (ver facsímil).
Según el informante de la DEA Max Mermelstein (ex piloto del cartel de Medellín) Nelson Urrego pertenecía al cartel de Medellín. En esa organización era reconocido por su particular manera de traficar droga, tirándola al mar.
Mermelstein asegura en su obra El Hombre que hizo llover coca que, Nelson Urrego era el principal contacto de María Monzano, la reina de la droga en Cali , que tenía varios laboratorios en Restrepo (Antioquia), donde producía cocaína y la despachaba luego por una flota mercante colombiana.
Por otro lado, un testigo de la campaña que prefiere mantener en reserva su nombre, relató a la UI que Osorio participó en varios episodios ocurridos en la campaña liberal.
Uno de ellos sucedió en abril de 1994, cuando el entonces mayor Osorio fue el encargado de recoger y llevar al apartamento de Samper a las personas que decían venir de parte de la Phillip Morris y el Interbank. Estas personas habían sido contactadas por la monita Sarria, según las grabaciones que divulgó una revista el año pasado.
Asegura el testigo que él estuvo visitando a Elizabeth Montoya y vio el dinero que los supuestos representantes de la Phillip Morris le iban a donar a la campaña: 500.000 dólares que estaban guardados en un maletín de cuero que el testigo vio en la mañana siguiente en el apartamento del entonces candidato Samper.
De otro lado como jefe de seguridad de Samper, Osorio era el responsable de administrar el equipo de seguridad de la campaña, compuesto por chalecos antibalas, intercomunicadores marca Motorola y un detector de metales adquiridos en un almacén de Miami por 320.000 dólares y que en gran parte fue donado por la monita y entregado a la campaña a través de Osorio.
Dos directivos de la campaña narraron a la UI que la persona encomendada por el Presidente para poner a disposición de Elizabeth Montoya un carro blindado oficial que la transportó de la Plaza de Bolívar a su casa el día de la posesión presidencial fue el entonces mayor Osorio.
Finalmente, algunos apartes de las indagatorias de Santiago Medina hacen referencia a la participación de Osorio en la campaña. El tesorero aseguró que 30.000 dólares donados por la monita Sarria a la campaña fueron utilizados para costear el viaje de Samper y su esposa a Europa.
Según Medina, el dinero fue llevado por varios escoltas en sus bolsillos liderados por Osorio, quien continuaba como jefe de seguridad del ya elegido presidente Samper.
Informante uniformado? Después de las elecciones, Osorio pasó a ser el edecán presidencial, cargo que ocupó hasta enero del año pasado cuando fue llamado a curso para su ascenso a teniente coronel, el cual se efectuó en diciembre de 1996.
Además de ser uno de los hombres de confianza de Ernesto Samper, Osorio mantuvo una estrecha relación con Elizabeth Montoya y su esposo, el presunto narcotraficante Jesús Amado Sarria, hoy detenido en la cárcel nacional la Modelo.
El propio Osorio narró a la cadena Caracol en abril de este año que él conoció a la monita en mayo de 1990 en medio del fragor de la primera campaña presidencial de Samper.
Según Osorio, en una de las correrías políticas de Samper en el Valle, éste se trasladó a una cárcel de Cali, por invitación de un político de ese departamento. El principal propósito de la visita era conocer algunas obras adelantadas con el patrocinio de Elizabeth Montoya.
Aunque aquel día Osorio mantuvo una corta conversación con la monita , con el paso del tiempo se estableció entre los dos un vínculo personal y de trabajo que perduró hasta que fue asesinada el 31 de enero pasado en una casa ubicada al noroccidente de Bogotá.
Según el relato del testigo con reserva de identidad que está siendo protegido por la Fiscalía en varias ocasiones estuvo presente en reuniones de trabajo en las que participó Osorio con los Sarria durante 1993.
En una de ellas, el testigo contó que Osorio acababa de llegar de Bogotá y estaba con el uniforme de tierra fría y me di cuenta que había llegado con un folder en un maletón ejecutivo el cual entregó al señor SARRIA (Jesús Amado) .
En el folder según el testigo se encontraba información confidencial y muy importante para Jesús Sarria. Cuando Sarria abrió el folder dijo, ahora si se jodió ese hijueputa. Juan Carlos ahora sí tenemos al PABLO en nuestras manos, encárguese en Medellín de eso y cóbrese lo suyo a la vez .
En el mismo año, el testigo asistió a una fiesta campestre en la hacienda Lady Di de propiedad de la monita a la que también asistieron Osorio, el presunto narcotraficante Nelson Urrego y dos reconocidos ex senadores.
De otro lado, la revista Semana dio a conocer el pasado 9 de abril, 22 comunicaciones realizadas desde el teléfono celular de Osorio a los números de la monita , Jesús Sarria y sus guardaespaldas de apellidos Quiroz y Jaimes. Los contactos se realizaron entre el 17 de noviembre de 1995 y el 26 de enero pasado.
La revista señaló que una fuente que adelanta la investigación de los asesinatos de Elizabeth de Sarria y sus guardaespaldas aseguró que hay muchos informes en el sentido de que los Sarria estaban amenazando a Osorio, y por intermedio suyo al Gobierno, y eso es lo que vamos a ver .
Otra evidencia de la amistad entre Osorio y la monita eran los negocios que hacían. Según un amigo de la monita Sarria quien pidió mantener su nombre en reserva el entonces mayor Osorio la visitaba con alguna frecuencia. Incluso narró a la UI que en una ocasión Osorio llegó a la casa de Elizabeth Montoya con un cuadro de el señor caído, de autor anónimo, pero muy antiguo.
El entonces mayor de la Policía ofreció venderlo a la monita por 15 millones de pesos, ella lo mandó a avaluar a un anticuario en donde le dijeron que el precio real era de tan sólo cinco millones de pesos. El cuadro de Osorio aun reposa en ese anticuario.
Finalmente, el hoy coronel Osorio fue requerido por la Fiscalía Seccional del Valle en calidad de testigo para responder un cuestionario de 40 preguntas relacionadas con sus vínculos con la monita Sarria y con la campaña presidencial.
Carrera contra la baja El teniente coronel Germán Osorio Sepúlveda nació en Manizales hace 39 años. Su desempeño en la Policía lo ha combinado con el atletismo, participando en varias competencias a nivel nacional.
La carrera de Osorio comenzó a cuestionarse luego de que aparecieran las versiones sobre su relación con Elizabeth Montoya de Sarria y el supuesto narcotraficante Jesús Amado Sarria.
Estos señalamientos pusieron al oficial en una posición tan incómoda que la propia Junta de Generales planteó en dos oportunidades, sin éxito, su retiro.
Miembros de la cúpula de la Policía comunicaron al gobierno la intención de darle la baja a Osorio, no obstante, sorpresivamente éste fue llamado a curso de ascenso y, más tarde, nombrado en un cargo diplomático.
Su nombramiento como agregado adjunto de la Policía en la embajada de Colombia, se produjo poco tiempo después de que Osorio se presentara a la Fiscalía para declarar acerca de su desempeño como edecán del entonces candidato Ernesto Samper y como jefe de seguridad de la campaña.
Varios oficiales de esta institución le dijeron a EL TIEMPO que Osorio fue uno de los principales opositores del nombramiento del General Rosso José Serrano en la dirección de general. Incluso aseguran que era una rueda suelta dentro de la institución.
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eltiempo.com
Sección
Información general
Fecha de publicación
30 de junio de 1996
Autor
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